A partir de este mes, la Casa de la Primera Imprenta de América tendrá una nueva Sala de Exposiciones que llevará el nombre de Jerónima Gutiérrez, la primera impresora de la Nueva España.
Como parte de la inauguración se exhiben algunas imágenes del libro El Caballito de Manuel Tolsá: lances y bretes cuyo editor y coordinador es Luis Ignacio Sáinz.

Sabemos que la invención de la imprenta transformó los mecanismos de difusión y transmisión del conocimiento, lo cual revolucionó al mundo. Sin embargo, es relativamente reciente el reconocimiento a la importancia de la labor de las mujeres en la historia de la imprenta.
Las actividades editoriales en América comenzaron en 1539 cuando los impresores Juan Cromberger y Juan Pablos firman un convenio para poner en marcha la primera imprenta novohispana, que se instalaría en este recinto, entonces conocido como Casa de las Campanas.

Cuando Cromberger muere en Sevilla, las responsabilidades de sus negocios recayeron en su viuda, Brígida Maldonado, mientras que a la muerte de Juan Pablos, su esposa Jerónima Gutiérrez, asume las riendas en la Nueva España.
Así es como comienza el vínculo de las mujeres con la historia tipográfica en América, abriendo paso a una relación que incluye una diversidad de roles fundamentales en el mundo del libro. Como lo son la edición, administración y difusión o las propias labores dentro de los talleres de impresión.

Es por ello que tener este espacio es un reconocimiento a la historia y trabajo de las mujeres impresoras: continuadoras y creadoras del arte tipográfico.