Durante la última década, se ha enfatizado la importancia del territorio como elemento fundamental para la construcción de un Antropoceno más sostenible y equitativo. Atendiendo a esta premisa y tomando en cuenta experiencias locales, la exposición colectiva Eco-gramas del territorio se concibe como un entrecruzamiento líquido de preocupaciones, interdisciplinas y artefactos en torno a tres lugares diferentes del Estado de México.
El colectivo integrado por Mónica Romero y Pablo Castro, el artista Eric E. Esparza Núñez y el artista Carlos Gutiérrez Angulo, quienes respectivamente sitúan sus prácticas creativas en el valle de Teotihuacán, la Laguna de Xochiaca y el Municipio de Huixquilucan, nos convocan a repensar dichos territorios más allá de su fisicidad, es decir, en tanto ámbitos culturales cuyos procesos históricos y políticos, económicos y sociales, tradicionales y afectivos, públicos y privados, comunitarios e individuales, producen repertorios materiales y simbólicos específicos.
Romero y Castro agenciaron un archivo in progress de la vida de los pobladores del valle, con el que a la vez dan cuenta de las conexiones eco sociales de dicho entorno. Esparza Núñez retoma las rememoraciones de su vecindario –quizás a manera de reclamos– sobre aquella agradable y fresca laguna hoy sepultada bajo el concreto. Gutiérrez Angulo acumula circunstancias y objetos cotidianos, personales, hogareños y autorreferenciales, creando un tipo de metadiario visual.
Las propuestas de estos artistas se tornan transperiféricas, no solamente porque sus relatos hacen resistencia a la megalópolis y los centralismos que promueve, sino también porque el correlato que conforman entre ellos, provoca lateralidades sobre una misma geografía; es decir, fisura los límites físicos territoriales para vincularse con otro poder de (auto)gestión, con otro inventario de la memoria, con otro imaginario sociopolítico, con otros hechos ecosistémicos y por supuesto con otras plasticidades y visualidades.
Henry Eric Hernández