Casa del tiempo, año XLIV, vol. IV, época VI, número 19, febrero-marzo de 2025
Como espacio físico o virtual, el archivo recoge imágenes, voces, textos u objetos que, lejos de ser meros testimonios del pasado, pueden transformarse en poderosas herramientas creativas y, más que nada, en objetos de conocimiento. En el número de febrero-marzo, reunimos textos que insubordinan, resignifican o actualizan la noción de archivo, nos cuentan casos particulares de rescate, salvaguarda o apertura de fondos documentales, emprenden tentativas de recolección privada de experiencias, o se asoman a las oscuras habitaciones donde se consigna la violencia del poder.
En la sección Imagos, Antonio Zirión Pérez, Yissel Arce Padrón y David Sánchez Kidwell comentan las obras de la muestra Alfabeto. Nueva Familia tipográfica, del colectivo Tercerunquinto, exhibida en la Casa de la Primera Imprenta de América.
Erick Hernández Morales, en Travesías, nos acerca al hip-hop francés mediante la reseña de dos series: Suprême NTM y No le enseñes eso a nadie; por su parte, Adrián Alarcón analiza el documental White light / black rain: The Destruction of Hiroshima and Nagasaki; y por último, Carlos Alberto Rodríguez Gómez expone el trabajo realizado por la Unidad de Montaje Dialéctico en la cinta Tótem.
Ágora aloja las reflexiones sobre la noción de patrimonio cultural de Adrián Acosta Castro a propósito del libro Objetos en tránsito, objetos en disputa. Las colecciones del Museo Nacional de México.
En Fractales, Audomaro Hidalgo recorre la obra del poeta José Gorostiza; e Ingrid Sosa dirime la diferencia entre memoria y posmemoria, a partir del episodio conocido como la “protesta de la calle de las rosas”.
A Contraluz, obras de Patrick Autréaux, Pierre Lemaitre y Djamila Ribeiro.
En el suplemento Tiempo en la casa, Lino Monanegi nos entrega “Una espiral trazada con el dedo o el laberinto circular de un tigre azul”, una reseña ficcional de El hijo de Topinawari.