El primero de enero de 1994 marcó un parteaguas en la historia de México. El levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) detonó una gran movilización social y política centrada en la defensa de los derechos de los pueblos indígenas, que trascendió su contexto geográfico y su momento histórico al interpelar también a otras luchas de diversos sectores nacionales e internacionales. A más de 30 años del levantamiento, esta exposición colectiva de fotografía se enfoca en esas interpelaciones y busca entender las formas en que el zapatismo ha permeado y confrontado la vida pública de nuestro país.
Las imágenes que componen esta muestra invitan a reflexionar sobre los motivos de esta insurrección, desde sus antecedentes en el indigenismo de la década de 1940, pasando por los momentos clave del levantamiento zapatista a partir de 1994 y su desarrollo como movimiento social y político en lo que va del siglo XXI, hasta su consolidación actual y modelo de vida autónoma y comunitaria. Más de sesenta fotografías trazan un recorrido de 80 años por la historia de varios pueblos originarios del estado de Chiapas, de sus encuentros, desencuentros y negociaciones con el gobierno mexicano y los diálogos con la sociedad civil.
Esta exposición, organizada por Bats’i Lab –un colectivo de fotógrafos y fotógrafas que en años recientes ha trabajado en la conformación de un acervo visual en Chiapas– pone de relieve los vínculos entre la labor fotográfica y el movimiento zapatista. La práctica fotográfica mexicana ha contribuido a expandir el potencial político de la narrativa zapatista y ha dejado una huella profunda en la construcción de nuestro imaginario colectivo. La conmemoración de los 30 años del levantamiento zapatista en 2024 brindó una oportunidad para ampliar la reflexión sobre el papel de la fotografía en los movimientos políticos y sociales. A través de su itinerancia en México, Estados Unidos y Canadá, así como en festivales de arte organizados por el EZLN, esta exposición ha generado también un espacio de memoria, diálogo y creación de nuevos relatos visuales.
En este proceso histórico las y los zapatistas cambiaron definitivamente la manera paternalista y racista con que la nación pensaba el mundo indígena; hoy el resto de México ve a los pueblos originarios con mayor respeto y entiende mejor sus motivos. Las y los zapatistas, que se reconocen como un ejército, han sido sin embargo una fuerza de paz cuyas acciones y palabras son vitales para comprender la diversidad cultural de México y para el desarrollo del pensamiento indígena contemporáneo.
Colectivo Bats’i Lab
