El doctor Gabriel Simón Sol presentó en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL GDL) su obra 101 cosas que aprendí fuera de la escuela de diseño, publicada por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), donde plasma conocimientos adquiridos por el autor en su trayectoria profesional y busca cubrir el vacío entre la formación académica y las condiciones reales del campo laboral.
El texto reúne 101 lecciones que abordan prácticas vinculadas con procesos, dinámicas y decisiones que los diseñadores enfrentan al incorporarse al trabajo. Simón Sol, profesor del Departamento de Teoría y Análisis de la División de Ciencias y Artes para el Diseño (CyAD) en la Unidad Xochimilco, explicó que surge de una reflexión sobre las diferencias entre la teoría que se imparte en las aulas y las exigencias de los proyectos reales.
El autor afirmó que su experiencia le permitió identificar situaciones comunes que no suelen aparecer en el aula. Añadió que su intención es compartirlas con futuros profesionales para que cuenten con un marco de referencia que complemente su formación. Señaló que la creatividad, lejos de limitarse a un método, se configura a partir del contacto directo con problemas y encargos.
Durante la presentación participaron la doctora Milena Zamora Sarmiento, académica del mismo Departamento, y el doctor Gonzalo Barrera Prado, responsable de Producción Editorial de la Unidad Xochimilco. Ambos destacaron que la publicación se integra al trabajo editorial de la UAM como un recurso que abre un debate sobre la enseñanza del diseño.
Zamora Sarmiento subrayó que uno de los temas centrales del libro es la relación con los clientes. En la escuela, indicó, los proyectos tienen parámetros definidos. En contraste, en el entorno laboral intervienen factores como la falta de claridad en los objetivos, presupuestos limitados y plazos que requieren estrategias de negociación y manejo de expectativas. Argumentó que gran parte del alumnado enfrenta dificultades para acceder a prácticas por la falta de redes profesionales o por la existencia de trabajos no remunerados, lo que reduce las posibilidades de obtener experiencia.
Barrera Prado dijo que el mercado se transforma con rapidez por efecto de cambios tecnológicos y variaciones económicas. Por ello, consideró indispensable que los diseñadores identifiquen qué métodos y procesos mantienen vigencia, cuáles requieren actualización y cuáles se ajustan a distintos sectores. Agregó que la adaptación y la capacidad de análisis se vuelven determinantes para vincular los conceptos adquiridos en la universidad con las condiciones del trabajo real.
Los participantes coincidieron en que el libro 101 cosas que aprendí fuera de la escuela de diseño invita a revisar los contenidos de los programas de estudio y a incluir nociones que atiendan los retos actuales del diseño. Destacaron que la obra permite abrir un espacio de diálogo sobre la transición de los matriculados hacia el ámbito profesional.
La presentación cerró con una reflexión sobre la necesidad de fortalecer la relación entre la formación académica y el ejercicio del diseño. La publicación de Simón Sol busca aportar elementos que permitan al alumnado comprender el alcance de su disciplina y enfrentar las demandas del mercado con mayor claridad.
Con información de Jorge Daniel Filorio Pedraza
